¿Se pueden lavar almohadas en el lavarropas? Guía práctica para hacerlo bien | Blog

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¿Se pueden lavar almohadas en el lavarropas? Guía práctica para hacerlo bien

Almohadas de Arredo aptas para lavar en lavarropas

En Arredo creemos que crear hogar también es cuidar esos detalles que hacen a tu descanso. Una almohada no es solo un objeto: es donde apoyás tus sueños, donde empieza y termina cada día. Con el tiempo acumula polvo, transpiración y ácaros, y ahí aparece la pregunta de siempre: ¿se pueden lavar almohadas en el lavarropas?

La respuesta es sí, muchas veces sí. Pero cada almohada es diferente y necesita un cuidado distinto. Acá te contamos cómo hacerlo para que sigan siendo ese objeto mullido al que siempre querés volver.

¿Se pueden lavar las almohadas en el lavarropa sin dañarlas?

No todas las almohadas viven el lavado de la misma manera. Algunas resisten el agua y el movimiento, otras no.

  • Almohadas de fibra sintética:  perfectas para lavarropas. Recuperan forma y frescura con facilidad.
  • Almohadas de plumas o plumón:  también aptas, pero requieren mimo: poco jabón, ciclo delicado y mucho sol o secadora para que no quede humedad.
  • Almohadas de látex: mejor mantenerlas lejos del lavarropas. Limpiá la superficie con un paño húmedo.
  • Almohadas de espuma viscoelástica (memory foam): no van al agua. Podés aspirarlas y protegerlas con fundas para alargar su vida.

Tabla comparativa

Tipo de almohada¿Se puede lavar en lavarropas?Cuidados recomendados
Fibra sintética  SíAgua fría, ciclo suave
Plumas / plumón  Sí, con cuidadoPoco jabón, secado completo
Látex  NoLimpieza con paño húmedo
Espuma viscoelástica  NoAspirado y funda protectora

Paso a paso: cómo lavar almohadas en el lavarropas

Lavar almohadas en el lavarropas es más sencillo de lo que parece si seguís algunos cuidados básicos. Además de mantener tu ropa de cama fresca, este hábito ayuda a eliminar ácaros y mantener la higiene del dormitorio

Usar un detergente suave y elegir el ciclo de lavado adecuado son pasos clave para no dañar el relleno. El secado de almohadas, ya sea al sol o en secadora, es igual de importante para conservar su frescura y volumen. ¡Tomá nota de estos consejos!

  1. Mirá la etiqueta: ahí está la primera pista de cómo cuidarla.
  2. Sacá la funda: lavala aparte, así todo queda más limpio.
  3. Jabón líquido, poco y suave: sin suavizante, que deja restos.
  4. Elegí un ciclo delicado: agua fría o tibia, centrifugado bajo.
  5. Lavá de a dos: dos almohadas juntas equilibran el tambor.
  6. Secalas bien: exponelas al sol o ponelas en la secadora junto con pelotitas de tenis para devolverles la suavidad y el volumen, ¡es un gran tip!

Lo ideal es lavar las almohadas cada 3 a 6 meses. Al lavarlas, te asegurás que tu cama se mantenga fresca, higiénica y cómoda, creando un ambiente más agradable para dormir y despertarte renovado cada día. 

Además, cuidar las almohadas prolonga su vida útil y mantiene su forma y suavidad por más tiempo.

Consejos extra para prolongar la vida de tus almohadas

  • Sumá fundas protectoras: son aliadas invisibles que prolongan la frescura.
  • No uses demasiado jabón: menos es más para que conserven su textura.
  • Que siempre estén completamente secas antes de volver a la cama: la humedad es enemiga del descanso.
  • Alterná las almohadas: rotarlas evita que se deformen y les da más vida.
Almohadas de Arredo para lavar en lavarropas

Cuidar tus almohadas también es crear hogar

Cuidar tus almohadas no se trata solo de lavarlas, también es importante protegerlas y guardarlas de la manera adecuada. Estos hábitos ayudan a mantener la higiene del dormitorio, conservar la frescura de la ropa de cama y asegurar un descanso más saludable. 

Ya sea en el uso diario o cuando decidas guardarlas por temporada, seguí estas recomendaciones:

  • Protector de almohada: materiales transpirables como el algodón ayudan a prevenir manchas, ácaros y acumulación de sudor.
  • Lavar la funda semanalmente junto con tus sábanas para mantener la limpieza general.
  • Ventilar o exponer al sol la almohada con frecuencia, evitando humedad y malos olores.
  • Rotar diariamente: sacudir y girar ayuda a mantener el volumen y la forma del relleno.
    Limpiar antes de guardar: asegurate de que esté completamente seca para evitar moho.
  • Guardar en una bolsa de almacenamiento transpirable: protegés la almohada del polvo y la humedad sin sofocar las fibras.
  • Conservar en un lugar fresco y seco: no la comprimas, así mantenés su esponjosidad y estructura.

En definitiva, muchas almohadas se pueden lavar en el lavarropas, pero cada una necesita un cuidado distinto. Lo importante es darles ese mimo que prolonga su vida y mejora la tuya. Porque al final, no se trata solo de dormir: se trata de sentir que tu cama, tu almohada y tu descanso son parte de ese hogar que vas creando todos los días. ¡Conocé todo lo que tenemos para vos en Arredo!