La sensación de meternos en la cama, taparnos hasta las orejas con esa sábana y acolchado suaves y calentitos, es inigualable. Llegó la hora de relajarnos, de dejar atrás las preocupaciones del día y encontrarnos con nosotros mismos. Disfrutar de un buen descanso ayuda a nuestro organismo y nos da una sensación de alivio excepcional. Para poder relajarnos y estar cómodos debemos tener una almohada que se adapte a nuestra forma de dormir.
Si dormís de costado, te recomendamos utilizar una almohada de fibra siliconada, hueca y alta, para mantener la correcta alineación de la columna, mantener la cabeza firme, sin hundirse. Además, su composición y tejido permiten la circulación constante de aire, facilitando la evaporación de la humedad y asegurando la higiene necesaria, evitando la acumulación de malos olores, dándole propiedades antialérgicas.
Una almohada viscoelástica, firme, pero con un grosor intermedio, mantendrá tu columna alineada y cuello en la posición correcta. Además, por su forma y composición, se adaptará al contorno y temperatura de tu cuerpo, ejerciendo menos presión en las áreas más calientes, facilitando la circulación sanguínea.
Si dormís boca abajo, es ideal usar una almohada blanda, que permita alinear bien la cabeza con el cuerpo. Por ejemplo: nuestras almohadas de jersey cuentan con una estructura que asegura mayor durabilidad y confort, además son suaves y aterciopeladas. Por su materia prima, no hace falta acomodarla ya que vuelve, por si sola a su forma original.
Nuestras sábanas de 100% algodón, son una opción intermedia entre las de poliéster y algodón y las de 210 hilos, ya que su tela les otorga respirabilidad, suavidad al tacto y un peso intermedio.
Ya te contamos todo lo que necesitabas saber para que tu descanso sea perfecto. ¡Ahora a disfrutar de una noche de sueño perfecta!